martes, 22 de diciembre de 2015

El séquito (Serie y Película)

Voy a empezar a hacer reseñas de películas y series. Sí, porque quiero.
Para empezar os traigo una doble, serie y película. La mítica Entourage, o en su nombre en español, El séquito. Pero antes de empezar debo confesar algo. Me declaro culpable: Solo quería poner verde esta serie y por eso quise empezar a escribir. El odio, mi gran motivador.
Cuando vi a todo el mundo emocionado por el estreno de la película Entourage, decidí verme la serie de la que esta sacada, acepté tragarme las 8 temporadas de El séquito, con las expectativas por las nubes.
Solo una cosa después del primer capítulo: GRAN GOLPE CONTRA LA REALIDAD.
 No me enganchó para nada, las dos primeras temporadas me parecían sobrevaloradas, estereotipadas, una serie facilona, con un guión pobre, que destacaba porque se veía a leguas que se había invertido mucho dinero, sobre todo en cameos. 
Y me moría de ganas de poder despotricar, como acabo de hacer, sobre algo que sabía que todo el mundo valoraba positivamente.
Pero como no me gusta valorar las cosas por su primera impresión, decidí controlar mi impulso "hater" y ver la serie entera. Que sorpresa la mia cuando me vi a mi misma emocionándome con el último capitulo. 
Para aquellos que no la conocéis, aquí va una sinopsis:
Un grupo de chicos de Nueva York llega a Los Angeles porque uno de ellos se ha convertido en una prometedora estrella de cine. Un grupo raro y peculiar, todo hay que decirlo.
Nos encontramos con Vince, el guapo y seductor Vincent Chase, que ha pasado de un anuncio de Mentos, a ser una estrella de cine. Esto a mi ya me parece un coñazo, típico chico pobre a estrella del cine. Oh que mono, pero bleh. Pero quiero decir que a lo largo de las temporadas, poco a poco, al principio casi sin darte cuenta, ves como madura, como cambia, y a ver matices del personaje que no pensabas encontrar. Sobre todo en las dos últimas temporadas (cosa que no me cansaré de repetir, ya veréis)
Otro personaje del séquito es Tortuga. No pienso decir su verdadero nombre porque solo lo escuchareis dos veces y hacía el final y eso lo considero un gran spoiler.
Tortuga es un amigo de la infancia de Vince y, como buen amigo, le acompaña en su aventura hollywoodiense. Sin un céntimo, sin estudios, viviendo de Vince, haciéndole de chofer y de chico de los recados, es ese amigo gordito adorable. Por eso el cambio al final es tan y tan espectacular. Hasta en la película se hace referencia a su físico, pero es que ADELGAZÓ MUCHÍSIMO DE GOLPE. Si, gran evolución del personaje, pero una perla de comentarios que solo la gente que ha visto la serie antes que la peli puede apreciar. 
Un personaje emblemático es Johnny Drama, el hermano mayor de Vince, también actor pero frustrado. Cabe decir que odié este personaje. Se hace cargante, inútil, y en el estilo de una vieja gloria que no acepta retirarse, incluso cuando su gran éxito fue una serie de vikingos.
Pero al final te das cuenta de la ingenuidad en la figura de hermano mayor, el amor incondicional entre los dos, y la familia que forman con sus amigos, sus problemas de temperamento y su pasión por el cine que le impide retirarse. Y dejas de odiarlo, ¡VICTORIA! 
También tenemos a Eric Murphy, este personaje jugaba con ventaja y es que el actor que lo interpreta, Kevin Connolly, me gusta bastante y lo hace muy bien. 
Eric es el mejor amigo de Vince, sale de una pizzeria para ser el manager y representante, sin tener ni idea de nada, basándose en solo su instinto. Parece en muchas ocasiones que no encaja en el grupo, los demás buscan mujeres en todo momento y parecen sumergidos en una caza constante de sexo, Eric, en cambio, tiene relaciones serias la mayoría del tiempo, y su relación con Sloan, será un factor importante, no solo a lo largo de la serie, sino que se extenderá también en la película. 
Me falta un personaje más y es que dejo lo mejor para el final. Me encantó desde el principio y siempre será mi favorito: El incomparable Ari Gold. El agente que descubrió a Vince y que lo catapulto al éxito. Vive estresado, furioso, y es implacable en los negocios. Tiene una particularidad especial: el número de insultos por frase es superior al número de palabras que pueden formarla. Y eso me encanta. Joder, soy fan de sus insultos.

Ahora pienso esto de ellos, pero de verdad que las primeras temporadas me parecían nefastas, un grupo de penes descontrolados dándose la buena vida, trabajando en películas que resultaban exitosas porque sí, y sin más metas en la vida que follar, fiesta, dinero y...¿he dicho ya follar?. Que no tengo nada en contra del sexo, esta claro, pero ES QUE SALEN MUCHAS TETAS. MUCHAS. 

Me parecía un argumento vacío, de esas series que podías ver los capítulos salteados y no pasaría nada. 
Hasta que la historia empieza a profundizar, cuando no todo es fácil, y cuando los personajes empiezan a aceptar que se están haciendo mayores y no es un buen plan de vida.
Los puntos fuertes de esta serie son indudablemente la banda sonora, las interpretaciones de los actores principales y los cameos. Una serie en la que pasaron famosos como Eminem o Jessica Alba, y con una calidad increíble, algunos con pequeños papeles, pocas veces es un "Hola, soy famoso, queredme, adiós".
También cabe destacar que pese a que el argumento me parece bastante flojo y una historia con poca perspectiva y complejidad, esta dirigida con buen gusto y las partes cómicas tienen mi aprobación.Pero no busquéis un humor inteligente, aquí todo es vulgar recubierto por la fama y elegancia de Hollywood.
Creí que no serían capaces de introducir un buen drama, pero me sorprendieron gratamente en la séptima y octava temporada. (Ya lo he dicho, son las mejores. Y NO ME VOY A CANSAR DE DECIRLO) 
Los personajes secundarios ayudan a completar y a matizar los principales y creo que están bien escogidos.Sobre todo las pocas mujeres que destacan por tener poder, y  el único homosexual, que al principio es muy estereotipado y ..no, sigue siendo estereotipado hasta el fin.

Eso sí, hay algo en lo que quizá se exceden y es en el machismo: la mayoría de mujeres se las follan o utilizan. Pocas tienen poder. Y el único homosexual de la serie es estereotipado hasta el fin.
Creo que es una serie del estilo love it o hate it. Pero hay algo que debes saber cuando te dispones a verla y es que tiene un carácter adictivo. Dura 20 minutos cada capitulo, las temporadas no son largas, y a la que te despistas ya has visto la mitad y debes acabarla.
Sobre la película, un consejo: imprescindible ver la serie antes. Es una película que se sitúa a las pocas semanas del final de la serie, pero que en lugar de seguir con la maduración que se demostraba (solo digo que acaba con una boda, un bebe y una reconciliación) vuelven a ser el séquito de sus inicios, con la esencia impecable, pero con unos personajes ya desarrollados después de 8 temporadas. Sin el previo visionado de la serie, es difícil encontrarle todo lo bueno que tiene. Es una joya para los que les gustó la serie, básicamente porque es un reencuentro con los personajes, donde te sientes como dentro del grupo, ya que hay guiños para aquellos seguidores de la serie.

Solo encuentro una pega que odié al principio, odié cuando se termino la serie, y he odiado en la película. La intro. Vale, es original. Pero se repite durante las 8 temporadas, hasta los créditos de la película son así, la canción es repetitiva y se te mete dentro de la cabeza hasta que solo piensas en pegarte un tiro para que salga de ella. 

Le pongo un 7. Un 7 por su mala primera impresión y porque no podemos negar que sus puntos fuertes están en el formato y no en el contenido, pero notable porque... te acabas enamorando.




lunes, 29 de junio de 2015

Tatuajes y otras cicatrices

En la vida hay muchas cosas que no entiendo.

Antes pensaba que simplemente necesitaba tiempo y que, al hacerme mayor, entendería este mundo. Pero cada día se hace más grande, complejo y deprimente. Por lo tanto, he admitido que jamás comprenderé en su totalidad lo que ocurre.

 Así que. podría desviarme con esto a millones de conflictos, desde la explotación al maltrato, pasando por la educación y los prejuicios, pero con hoy quiero centrarme en que no entiendo que le ocurre a la sociedad con los tatuajes.

Pueden gustarte más o menos, querer o no hacerte uno, aquí está la libertad de cada individuo para hacer lo que le da la gana con su vida y su cuerpo, pero el estigma que supone actualmente en muchos círculos llevar uno, me parece algo sin sentido.Que en pleno siglo XXI, expresarte con tu propio cuerpo este mal visto o sea un impedimento para ganarte la vida es un simple horror, un error.


El arte comprende en sí mismo una diversidad apabullante de formas de expresión. Quien intente limitarlo, se está perdiendo la belleza de millones de cosas a su alrededor.


Algunas personas solo quieren llevar consigo obras de arte, sentirse pese a todo, que son una obra de arte.


Alguien me dijo una vez antes de hacerme mi primer tatuaje, que no tuviera miedo, que los tatuajes son una caricia que te deja una señal preciosa.


Y pienso que tenía razón. Que los tatuajes son las cicatrices más preciosas. Y que ojalá todas las cicatrices fueran como los tatuajes. No, la mayoría, son horribles.


Los tatuajes son el arte de las cicatrices. Y lo diré por dos motivos principales: Nos tapan las cicatrices que se ven, embelleciéndolas, y nos sacan fuera las que más duelen dentro, haciéndolas reales.


Todo el mundo tiene cicatrices. Ni se te ocurra excluirte del grupo, porque serás un mentiroso de dimensiones gigantescas. A todos nos han hecho daño en algún momento y nos han dejado marca. Y hay dos tipos de dolor.


El primero, es el dolor físico. La señal de un golpe, de una operación, una estría, etc. Deja en nuestra piel una marca, que nos recuerda ese dolor, ese momento. 


No podemos, ni debemos olvidar ese dolor. Debemos aceptar aquello que nos remite a el como parte de nuestro cuerpo. Ni repudiarlas ni odiarlas por lo que representan.Una de las formas de aceptar que estarán siempre ahí es haciéndolas bellas. Sino, preguntadle a las mujeres que han sufrido cáncer de mama, cómo un tatuaje en el pecho les ha ayudado a aceptar esas cicatrices.


Luego tenemos el segundo dolor, el más profundo y el que deja marca en el alma. Ese no se ve. Ese es más difícil de aceptar, más fácil de hacer creer que se ha aceptado.Sacando fuera ese dolor se hace real, ver el tatuaje es el recordatorio que has sufrido esa marca, y que sigues aquí. Es una forma de sacarte fuera algo, que llevarás siempre contigo, y que te desborda.


Las cicatrices son memorias. Y como dice una canción de Arctic Monkeys, lo mejor que has tenido son la memorias y esos sueños. Así que, técnicamente, lo mejor que tienes son tus cicatrices. 


Al final, todo lo material, las personas a nuestro alrededor, desaparecerá. Solo hay algo que te acompañará toda tu vida hasta el último día: Tú, tu cuerpo, tus recuerdos y tus sueños.Entonces, ¿Por qué tanto prejuicio a algo que expresa abiertamente lo único, y mejor, que tenemos?


Es la forma más bonita de decirle al mundo que tenemos dentro de nuestra cabeza, que esto no me lo podrán quitar. Recordar en esas cicatrices que ha pasado, pero no como tortura sino como recordatorio. Ha pasado, hemos estado rotos, y aquí seguimos. Con un poco más de tinta en la piel.


Somos arte. Somos cicatrices. Somos personas. 

martes, 12 de mayo de 2015

Tallas ¿reales?

Hoy quiero hablar de moda.

Quizás no soy una fashion victim ni una influencer, pero si que puedo hablar de cánones de belleza, de complejos, o en definitiva de porqué el mundo está tan podrido por dentro.

Me he encontrado con un anuncio de una agencia de modelos contratando una modelo de talla 54. Y me he alegrado y preocupado a la vez. Me explico, tengo sentimientos encontrados:
Me he alegrado porque si estáis atentos a las redes sociales, hay un movimiento que está cogiendo fuerza a favor de las “gordibuenas”. Diferentes webs y foros en internet han empezado a fomentar el hecho de sentirse bien con unos quilos de más. Y eso está bien. No solo bien. Eso está de puta madre.

Está bien porque en los últimos años, el modelo de belleza al que tenías que aspirar era el de parecerte todo lo posible a un bicho palo. Y eso es de todo menos saludable. Una cosa es que tu por genetica, tengas una constitución fina y delgada. Pero si tu constitución simplemente no es así, ¿Por qué sentirse mal por ello? ¿Por qué llegar a transtornos alimenticios o obsesiones insanas para conseguir ese tipo de cuerpo? 

Pero también me ha preocupado. Preocupada por esta sociedad extremista. Porque ahora una chica rellenita se siente mal por no entrar en una 36, pero con todo el movimiento que hay ¿Qué pasará al final? ¿Qué una chica con una 34 se tendrá que sentir inferior por no tener esas curvas?

Sé que es exagerado y estoy especulando sobre un futuro lejano, pero intenta entenderme. Nos vamos de un extremo a otro y olvidamos lo importante.


Estudio publicidad. Vale, quizá ahora piensas que a ti qué te importa. Pero lo que quiero decir es que como futura publicitaria que me gustaría llegar a ser, estos modelos me preocupan. Olvidamos que lo importante es transmitir un modelo saludable. Claro que debe ser atractivo para atraer al público, pero es que una modelo de 34 puede ser igual de bella que una de 46.


La belleza podemos encontrarla en cualquier cuerpo, pero lo importante es que le transmitas a esas mentes más influenciables a trastornos alimentarios, que la belleza no se trata de talla. Que la belleza está en cualquier cuerpo. En tu cuerpo. Y que debes cuidarlo, que no por los quilos que peses o la figura que tengas vas a estar automaticamente enferma o saludable. Lo importante es que te sientas bien contigo misma y que te cuides.


Y si quieres cambiar tu cuerpo, adelante. Esfuerzate, come sano, sé el tipo de persona que quieras ser. Pero que conste que es muy diferente cambiar algún aspecto de tu cuerpo por propia convicción, por salud, que necesitarlo por el resto. Cambiarlo para que la sociedad me acepte, para que alguien me quiera porque yo no me quiero. Es jodidamente diferente. 

Pero me preocupa que el movimiento de tallas grandes acabe en algo contraproducente: Agencias que antes nos mostraban un modelo esquelético intentan adaptar el discurso, pero no porque decidan vender un modelo saludable, sino porque ahora tendrán más beneficio con una modelo 54 que con un 34. Mueve más personas, ergo mueve más dinero.

Cambiando así poco a poco hasta ser el imperante, de un extremo a otro, los canones de belleza. 

Es simple, los trastornos cambian. Y sin un compromiso real hacía la desaparición de canones extremos, mientras no existan acciones reales hacia modelos más saludables, lo que digan las marcas sobre tallas reales será un ROLLO


El discurso de las tallas grandes también son reales es necesario en estos momentos, sobretodo porque, como experiencia propia, encontrar ropa que no sea jodidamente horrible y que sea más de un L es difícil actualmente. Para empezar, por ahí. Y luego para ayudar a miles de mujeres a encontrar el amor propio a pesar de los canones de belleza o la talla de las modelos de pasarela. 

Pero con cabeza, no perdamos el objetivo último que no es esto. Es acabar con esas presiones y promover desde pequeños un modelo de cuerpo saludable. Porque la belleza ya se encuentra en todos lados y tiene muchas fomas. 


¡Besos y hasta nunca!